domingo, 2 de marzo de 2008

Juegos viejos

Vuelvo a escribir aquí desde hace una semana.
No tengo ganas de continuar escribiendo aquí, no hay nada qué decir.


He estado tratando de no pensar y, para ello, recurrí a los videojuegos, las películas y la TV. Empecé jugando Buscaminas, luego recordé los juegos de nintendo y bajé Super Mario Bros. 3 y Super Mario World. Hasta ahora sigo jugando esos videojuegos. De cierto modo, ya no pienso, ni recuerdo, ni me preocupo nada más que de procurar no perder más vidas.


También he estado elaborando en mi mente una historia que me gustaría escribir. Una historia de amor. Pero no creo que escriba ni un solo beso ni abrazo ni te amos empalagosos, a menos que lo escriba como si fuese un "recuerdo". El personaje, prácticamente, vivirá en recuerdos, en aquel pasado lleno de amor y todas esas estupideces. Habrá cosas más "poéticas", quizá gran parte de la historia sea una puta hipérbole, en sentido figurado. En cierta parte, me joden los recursos literarios.


Todos los planes que tengo no incluyen nada de mis estudios universitarios. Yo, la verdad, no sé qué hacer. Siento un completo vacío en mí, siento desesperanza. No quiero nada. Es una sensación rara, no desear nada y no tener idea de nada. ¿Fui feliz? No lo sé.


¿Alguien de ustedes jugó en una computadora Atari el entretenido juego Montezuma? Yo solía jugar de niña, de muy niña. Aún conservo ese tipo de computador, lo que no ha quedado bien es el joystick. ¡Mierda, aquellas épocas! Me da miedo. No sé si saben, pero tengo un extraño temor a las pantallas negras de las computadoras. El DOS me mataría de terror. Bueno, exagero un poco.


Así es, supongo que algún día volveré con algo más interesante. Ahora estoy medio estúpida.