martes, 8 de abril de 2008

Reflexiones de lunes en martes

Estuve pensando más sobre lo escrito ayer.

Eso de la idea del "nacionalismo" o de "identidad nacional" es algo que va perdiendo fuerza con el pasar del tiempo.
Antes importaba. ¿Pero ahora? Especialmente, nosotros. Muchos odian ser peruano.
Contaré un chiste, para ejemplificar todo. Va más o menos así:
"En un hospital, un médico asistía un parto. Cuando logran sacar al bebé, el asistente le pregunta si le va a dar el golpe usual para que llore. Pero el doctor dice que no, que ha descubierto una manera de hacerlo llorar sin golpes. Sólo debe acercarse al niño y decirle a la oreja que ha nacido en Perú".

En la mañana vi una noticia acerca de una compatriota que había dado a luz en un baño de un hospital chileno. Bueno, no me importó mucho la noticia, pero lo que me llamó la atención fue cuando el padre, quien también es peruano, habló. Sólo un año en Chile y ya tenía acento chileno. ¿Por qué somos tan frágiles en ese sentido? ¿No tenemos una identidad fuerte? Quizá eso del acento no sea sólo por nuestra frágil identidad, quizá sea por la facilidad que tenemos de perder nuestro acento. De hecho, yo puedo hablar como chilena (aunque sin jergas, porque no me las sé), pero no me gustaría cambiar tanto mi acento.
Bueno, para terminar, he de decir que tengo pensamientos muy nacionalistas (nada que ver con ese partido seudo-nacionalista), así que han de comprenderme.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Acentos... pues ojalá no nos pase como a los mexicanos, que eso se ha convertido su estigma a ojos del Tío Sam ¬¬

que joda, se es peruano porque nos nace de... (en mi caso) de los huevos...