domingo, 16 de diciembre de 2007

Día de Mierda

Hoy ha sido un día de mierda.
Siempre hay días que deben ser marcados en el calendario y rotularlos: DÍA DE MIERDA. Si fuese así, el 80% de mi calendario estaría marcado.

La curiosidad mató al gato. A mí me jodió el corazón. "Quiero decirte algo que creo que no sabes", interpreté, pues hay gente que transforma el español a otro idioma. Unas preguntas y que tengo sueño, ya quiero ir a dormir. Eran las 0 horas y algunos minutos. Leí. Terminé. Y sentí cosas raras dentro de mí. Me empezaron a temblar las manos y quise vomitar.
Salí de mi máquina, fui a mi habitación, me eché en mi cama y yo pedía a quien sea que todo fuese un puto sueño. No era, aunque parecía. El foco de mi habitación se prendía a pesar de que ya estaba apagado. "Voy a llamarla", me dije. Salí de mi cama, busqué el teléfono inalámbrico, no lo encontré, entonces bajé al primer piso, en donde está el otro teléfono, y marqué su número desesperadamente. Mierda, me temblaba todo el cuerpo.
"Hola", la misma interjección de siempre. Me sentía rara, estúpidamente rara, me temblaba todo el cuerpo y quería llorar. No podía respirar bien, mi corazón latía muy rápido. Quería morir ahí mismo, escuchando su voz.
"...terminé...", fue lo último que escuché. En realidad, no escuchaba nada, estaba a punto de volverme loca. Corté enojada, con ira, con todos esos sentimientos que siente la gente estúpida. "Vete a la mierda, puta conchasumare", dije enojada cuando subía por las escaleras. "No... no...", me repetí unas cuantas vez antes de tirarme a mi cama. Me acosté, y seguía temblando.
No pude dormir. Estuve bastante tiempo despierta, dando vueltas en mi cama, pensando y analizando todo. Inventando y haciéndome sentir mal.

Dormí unas cuantas horas. Desperté y no sé qué pasó después. No quiero recordar. Siento como si hubiese estado ebria, ebria de un puto sentimiento que se parece al dolor, al producto de haber sido engañada, y, más aún, de sentirse ESTÚPIDA.
Recuerdo un llanto furibundo, unos golpes exasperados contra la pared, sangre brotando de mis muñecas, ira, recuerdo haberme sumergido en la ira. Ira al ver la puta "B" en mi mano, el puto regalo que le quería dar, las putas promesas, esas putas mentiras y mi puta estupidez.

"Le sacaría la puta de su madre a esa wevona de mierda si la tuviese al frente mío", le dije a la Puticienta "Ella es mía, no debío haberse atrevido... joder, si pudiese estar ahí...". "Ya fue, L., además eso ya pasó, no? Llámala y conversa sobre eso". "Sí, llámala, llámala. Siempre la llamo...". "L., recuerda que...el mar está lleno de peces". "Me joden los peces. Yo quisiera que ella solo hubiese sido mía y de nadie más".

Sí, estuve algo agresiva, enojada, así soy desgraciadamente. Se me pasará.

"Scooter!"

Qué joda, me siento como una wevona y eso que no tengo.
Quisiera no haberme enterado, quisiera que no hubiese pasado.
Pero que importa... Seamos infieles, seamos cagones, seamos hijos de puta, seamos libres, seamos promiscuos, seamos mentirosos: SEAMOS HUMANOS.

¡Viva el Perú, carajo!
Jajajajaja... estoy tan cagada.

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