sábado, 27 de octubre de 2007

Basura en los Parques

Con esto de la Gran Semana de Lima, empecé a recordar mis experiencias en el Parque de la Exposición. Experiencias que solo gente estúpida puede tener, pero, al fin y al cabo, experiencias.

Hace más de un año, estudiaba por la Av. Salaverry, y cada vez que llegaba tarde, no me dejaban entrar. Y como no quería regresar a mi casa, porque mi madre me iba a dar el sermón de las 7 palabras, me iba lateando hasta el Parque de la Exposición. Mi intención era sentarme en uno de los bancos y esperar por 4 horas. A veces me ponía a leer y otras veces solo a mirar.
Cierto día, mientras leía un libro de filosofía, un tipo físicamente horrible, se acercó y me preguntó si sabía dónde había baños o algo así, le respondí que no sabía y se fue. Después de unos minutos, volvió y se sentó a mi lado. Y empezó a joderme.
Me preguntó qué hora era, qué estaba leyendo, qué cosa.. y esto y lo otro. Debí irme, pero no lo hice, me quedé ahí porque aún era temprano. Me preguntó si yo era lesbiana y le dije: "¿Qué?". "Es que como te vistes, pensé...". Luego empezó a cambiar el tono de sus palabras y ya empezó a ser un poco grosero y vulgar. Hasta intentó besarme, el hijo de puta. Tanto que jodía, le terminé diciendo que sí era lesbiana. Pero siguió jodiendo.
No sé cómo hice para que el hijo de puta me soltara y me dejara ir, pero se despidió de mí diciéndome algunas palabras groseras. Qué asco me dio ese hombre.

No fue la única vez, pero las demás veces no esperé mucho tiempo y, simplemente, me fui. O sea, supongo que para la gente que ya conoce que lugares como el Parque de la Exposición siempre ocurren estas cosas, no hay problema. Pero para chicas que no saben, recomiendo que no hagan caso a esos hijos de puta, siempre hay en todos lados. Hay unos que son terribles.
Recuerdo que me encontraba en ese parque que está frente al Palacio de Justicia, y un hijo de puta se sienta a mi lado, me pregunta qué hora y es, y yo el digo que no sé. Me pregunta otra cosa y entonces me doy cuenta de las intenciones de ese hombre, por eso me voy. Pero el muy hijo de puta me siguió hasta el paradero, y mientras esperaba que viniera el carro, ese hombre se acercaba cada vez más a mí. Yo ya no sabía qué hacer, y para colmo ningún carro venía. Ya estaba pensando en acercarme a la tía que vendía por ahí y decirle que ese hombre me estaba siguiendo. Hasta que vino una 49 y me lancé como pirañita a mi víctima. Ya en el carro pude ver al hombre ese y le insulté en mi mente: "Hijo de puta".

Suerte que ya no he vuelto a sentarme en aquellos lugares. A una le creen puta. En serio. Recuerdo que una vez que estaba sentada, unos mormones (jojo) se me acercan y me hablan de dios, cristo, jevus (como dice Homero), y yo en mi mente: "No creo en esto, maldita sea". La tía que se me acercó, me preguntaba qué hacía ahí, si estudiaba y hasta me dijo: "Tú sabes que hay muchas chicas que se meten en la prostitución...". Y yo en mi mente: "¿Qué mierda quieres decir, eh?". Me regalaron un Despertad (para limpiar las ventanas de mi casa) y me estuvieron vigilando para que no me "prostituyera". (Jajajajajajajaja).

Qué horrible.

1 comentario:

Anónimo dijo...

hay conshesumare jajajaja asu mare jaja oe tu si que me haces reir
la firme me hubiera gustado estar en el lugar del patita ese que se te acerco yo tambien aveces veo a chibolas por alli sentadas como perdidas y les trato de hacer el habla a ver si resulta algo xvre
en serio yo tambien soy un enfermo jeje ..... pero si no querias algo pa que diantres no te defiendes ah? ya me puse celoso